dissabte, 17 de febrer del 2018

HELENA, HELENA, AMOR MÍO

Esta novela me ha gustado bastante. La forma en la que está contada es diferente. Como tiene tantos saltos en el tiempo y varias tramas secundarias cuesta un poco de leer. A pesar de esa dificultad, es interesante conocer la historia sobre la guerra de Troya desde la perspectiva de Leonte. A mi personalmente me interesa la mitología clásica, por eso conocer tantos mitos me resulta entretenido.

También, para mi, es interesante como Leonte llama a su amada Ekto. En vez de llamarla por su nombre le dice “Helena, Helena, amor mío”, de ahí el título de la obra. La llama Helena simplemente porque se parece a Helena de Esparta, pero llamándola así la está comparando en todo momento con la otra. Así entiendo yo que se enamora de Ekto simplemente porque se parece a Helena, que podría ser de quien se enamoró en primer lugar. Esta es la interpretación que he hecho yo de su comportamiento cariñoso con Ekto.

La parte que más me ha interesado es la forma en la que se interpreta la personalidad de los dioses. Ellos en todo momento desprecian al ser humano, mortal y vulnerable. Pero en ocasiones rompen reglas para ayudar a ciertas personas. Se contradicen a sí mismos ayudando a sus hijos mortales o participando en guerras que no les influyen. Un ejemplo sería como la diosa Afrodita ayuda a su protegido Paris, después de que él la eligiera ante las otras diosas Hera y Atenea. Cuando Menelao y Paris se enfrentaron intervino Afrodita para que Paris no muriera. Apesar de que Zeus prohibió a todos los dioses intervenir en guerras entre mortales. Poco caso hicieron los dioses, ya que varios se entrometieron en la guerra entre aqueos y troyanos. Incluso Zeus se mete para ayudar a su hijo en la batalla. Por eso, se contradicen para proteger a gente aunque conlleve desobedecer a Zeus.

Puede que los dioses se implicaran en la guerra entre humanos porque ellos eran seres eternos y perfectos. Al ser inmortales necesitaban una manera de divertirse o entretenerse. En la batalla podían experimentar la adrenalina, la ira y todas las emociones que esta conlleva. Por más que Zeus les impidiera unirse a la guerra no podían evitarlo.

En aquella época o te quedabas en casa toda la vida o ibas a la guerra. Ellos no vivían en las mismas condiciones que nosotros en la actualidad. No tenían los mismos recursos que ahora para viajar a menudo. Cuando tenían la ocasión de ir a otro lugar era por las guerras, por esta razón no salían desaprovechar la oportunidad. Así ganaban experiencia y conocimiento sobre otras culturas y sobre el mundo. Esto puede asemejarse al presente, con los militares. Ellos van a la guerra y experimentan la misma adrenalina que en aquella época. Pero en la actualidad esto se ve aumentado, ya que los dioses no podían morir. En cambio los militares ponen en riesgo su vida en el día a día.